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¿Cientos de etnias?1
José del Val
Estas son las palabras que el presidente Calderón utilizó para referirse a los pueblos indígenas de México en una de las habituales ocurrencias que, al margen de los discursos preparados por sus asesores, improvisan alegremente los ejecutivos de los regímenes panistas, en sus visitas al extranjero. En esta ocasión fue en Chile en la inauguración de la exposición “Diego y Frida, vidas compartidas”, en el cual, frente a la crema y nata de la intelectualidad y oficialidad chilena, el presidente Calderón consideró pertinente salirse del discurso preparado, lanzándose por la libre a explicarle muy campechanamente al conocedor auditorio, el contexto mexicano revolucionario de la época y el lugar de Frida y Diego en esos años. Ya encarrerado le entró hasta a la vestimenta indígena de Frida Kahlo, develándoles a quiénes lo escuchaban, que esto era muy natural, ya que en México había “cientos de etnias”.

Como es habitual, el asunto pasó sin más, la prensa no reparó en ello y en el marco de los problemas contemporáneos no resulta más que otro episodio intrascendente, si se quiere, de la audacia y prepotencia con que los recientes presidentes mexicanos se dan el lujo de exhibir su ignorancia e impreparación, sin siquiera percatarse de ello.

¿Cómo es posible que el presidente de México se permita, en un acto público en un país extranjero, referirse a los pueblos indígenas de México, como “centenares de etnias”, con lo cual no sólo exhibe su ignorancia con la tal denominación, sino que, así de manera frívola y ligera, desconoce el derecho fundamental que conquistaron recientemente los pueblos indios de México, de ser reconocidos y denominados como pueblos en la Constitución Nacional, y del cual derivan el resto de sus derechos, a la autodeterminación, la autonomía, a la posesión de sus territorios, etcétera? ¿Qué significa que nuestro presidente se exprese así, de manera torpe y frívola, a la luz de nuestra realidad, por ejemplo, en referencia al estado de guerra latente que mantiene el Estado contra el EZLN y que exige una solución impostergable?

Y no sólo para nuestra realidad, sino que realiza su gracejada en un país extranjero en el que las contradicciones entre los pueblos indígenas y su estado están en una situación crítica y muy conflictiva, con lo cual su ligereza configura una desconsiderada intromisión involuntaria en asuntos delicados de otra nación.

Pero igualmente curioso es que, además de denominarlos étnicas, habló de cientos:

“cientos de etnias”. En este caso me temo que su fuente es seria y reciente, ya que el orden de diversidad de los indígenas, establecido tradicional y científicamente para las lenguas, ha sido no mayor de seis decenas. Sin embargo, muy recientemente el Inali irrumpió en el seno de la sociedad mexicana, con bombo y platillo, estableciendo que la cifra de lenguas indígenas es de 364.

Los medios hicieron eco de tan extraordinaria ampliación de las reservas lingüísticas nacionales, resultado de profundas indagaciones; seguramente esta fue la fuente de la que el presidente sacó lo de “cientos”. A este asunto nos referiremos en detalle la próxima entrega.



Referencias

1 Suplemento “Mundo indígena”, Milenio, 2008-12-12.




Para citar este artículo:

Del Val, José (2008, 12 de diciembre). ¿Cientos de etnias? [versión electrónica] Milenio. Mundo indígena (4). Recuperado el [fecha de consulta] de http://www.nacionmulticultural.unam.mx/portal/cultura_politica/jose_delval_20090331.html
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